Mi trabajo, mi vida
Julio 2022
“Pies, ¿para qué os quiero? ¡Si tengo alas para volar!”
Frida Kahlo, pintora, poetisa y activista política
Al escuchar las historias de Angela Barreto, dedicada a la venta de remedios Pohã ro´ysã desde hace muchos años, nuestro compromiso crece. Una mujer emprendedora que, como tantas otras, madruga para viajar desde Guarambaré a Asunción, donde está su puesto de trabajo en el mercado 4.
Nuestra vida es el día a día, tenemos que sostener nuestra casa con lo que ganamos al día. Gracias a este trabajo logré educar a todos mis hijos, hoy todos son personas de bien, pero mi trabajo hubiera sido más de provecho si tenía créditos, porque muchas veces tuve que recurrir a usureros.
Nos cuenta Doña Angela con una gran sonrisa, mientras sus años gloriosos se reflejan en sus rizos dorados. Su voz es el eco de tantas mujeres que, con el acceso a un capital semilla pueden cambiar el rumbo de sus vidas y la de sus familias, pues ellas tienen lo que se necesita, dedicación y ganas de superación.
El fondo rotatorio es un instrumento de primer piso para la inclusión financiera. Esta figura permite a los emprendedores, en especial aquellas excluidas del sistema financiero formal, un apalancamiento para sus emprendimientos productivos y/o unidades de negocios.
Otro elemento fundamental del fondo rotatorio es que permite la asociación y cooperación entre los miembros de una comunidad, pues se organizan solidariamente en grupos de entre 10 a 12 emprendedores. Este modelo facilita la capacitación constante y el aprendizaje de sus propias experiencias. Para que esto ocurra es fundamental que este modelo incorpore, desde el inicio adiestramientos básicos en planes de negocios y administración.
En la medida del éxito de estas experiencias, es importante considerar un plan de segundo piso; la bancarización…no saben las veces que intente tener mi ayuda de adultos mayores, mi sueño era tener esa tarjeta de plástico para meter en un cajero automático.
Según el último informe sobre Inclusión Financiera del Banco Mundial, alrededor de 2.500 millones de personas no utilizan los servicios financieros formales y el 75% de las personas en situación de pobreza no tienen cuenta bancaria. Las personas en situación de vulnerabilidad económica y pobreza están generalmente excluidas de los sistemas financieros formales por la baja calificación para acceder a los mismos. Estas personas por lo general están dedicadas a actividades agropecuarias, trabajo temporal o micro-emprendimientos con reducido margen de ganancias que, en el mejor de los casos, alcanzan para la sobrevivencia, pero no logran mejorar su inversión en las actividades económicas. Esta situación limita el acceso a mejores condiciones de vida e imposibilita egresar definitivamente de la situación de pobreza.
Apoyar a emprendedores como Doña Angela, no existe un mejor camino para construir la patria soñada.
Carlos Núñez Salinas
Presidente
Fundación Paraguay Cambia Contigo